Este fin de semana los países de Occidente incrementaron las sanciones económicas en contra de Rusia, que tienen como objetivo acotar la economía del país invasor de Ucrania.
Estados Unidos junto con Canadá, la Unión Europea y el Reino Unido, determinaron limitar el acceso de los principales bancos rusos al sistema de pagos internacionales denominado Swift.
A través de esta medida, los bancos rusos quedarán desconectados del sistema financiero internacional, que impactará la capacidad de ese país para operar a nivel mundial, porque evitará que pueda recibir pagos por el comercio internacional que realiza.
Asimismo, como parte de esta medida se congelarán los activos del banco central ruso, lo que implica congelar sus transacciones e impedir que pueda liquidar sus transacciones; de dicha manera se evitará que minimice la sanción a los bancos comerciales.
La medida fue anunciada por Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, además de un comunicado de la Casa Blanca.
Aunque no todos los países de Europa están de acuerdo con las medidas, diversas naciones tomaron otras sanciones particulares en contra del presidente ruso, todo con el objetivo de limitar la capacidad económica de Rusia, en particular bloquear sus exportaciones e importaciones.
Las naciones de Occidente siguen evaluando más medidas en contra de Rusia. Hasta la mañana del domingo, no se lograron aclarar los detalles técnicos reales, entre ellos, precisar los bancos rusos que serán cortados de Swift.
El petróleo se disparó al aire libre cuando los mercados de energía y materias primas cayeron en un estado de caos después de que las naciones occidentales aplicaran más sanciones para aislar a Rusia tras su invasión de Ucrania.
West Texas Intermediate y Brent subieron más del 7% en las primeras operaciones antes de retroceder ligeramente. Estados Unidos y sus aliados europeos acordaron durante el fin de semana excluir a algunos bancos rusos del sistema de mensajería bancaria SWIFT y apuntaron a las reservas de divisas del banco central. BP también se movió para deshacerse de sus acciones en Rosneft PJSC, recibiendo un golpe financiero de hasta 25 mil millones de dólares.
El ataque de Rusia a Ucrania ha sacudido los mercados de la energía a los metales y los granos, acumulando más presión inflacionaria en una economía global que ya se vio afectada por el aumento de los costos. Al menos dos de los bancos estatales más grandes de China están restringiendo el financiamiento para la compra de productos básicos rusos, lo que subraya los límites de la promesa de Beijing de mantener los lazos económicos con uno de sus socios estratégicos más importantes frente a las sanciones occidentales.
La producción mundial de petróleo ya está luchando para satisfacer el repunte de la demanda impulsado por la reapertura de las economías, y cualquier interrupción en los flujos de Rusia, el tercer mayor productor de petróleo del mundo, podría exacerbar considerablemente la escasez.
Los compradores, incluida China , han detenido las compras del grado Urals , el buque insignia de Rusia , mientras que la producción de dos campos iraquíes con una capacidad combinada de casi medio millón de barriles por día se ha detenido.
“Eliminar algunos bancos rusos de SWIFT podría resultar en una interrupción del suministro de petróleo a medida que los compradores y vendedores intentan descubrir cómo navegar por las nuevas reglas”, dijo Andy Lipow, presidente de Lipow Oil Associates en Houston, en una nota.
En este contexto volátil y de rápido movimiento, la OPEP enfrenta una tarea más complicada de lo habitual cuando se reúna el miércoles para discutir su política de producción para abril. La Agencia Internacional de Energía se comprometió a ayudar a garantizar la seguridad energética mundial, mientras que India dijo que apoyaría iniciativas para liberar reservas de petróleo de emergencia.
El WTI de abril subió un 5.4 por ciento a 96.53 dólares el barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York.
El Brent para la liquidación de abril, que vence el lunes, avanzó 5.1% hasta los 102.88 dólares el barril en la bolsa ICE Futures Europe.
El movimiento sorpresa de BP es la última señal de hasta dónde está dispuesto a llegar Occidente para castigar al presidente Vladimir Putin por su invasión de Ucrania. El gigante petrolero ha estado en Rusia durante tres décadas y hace solo unas semanas defendía firmemente su presencia allí.
Societe Generale y Credit Suisse Group dejaron de financiar el comercio de materias primas de Rusia, según personas familiarizadas con el asunto. Los dos bancos, financistas clave para las casas de comercio de productos básicos, ya no proporcionan el dinero necesario para mover materias primas como metales y petróleo desde Rusia.
Rusia es el tercer mayor productor de petróleo del mundo detrás de EU y Arabia Saudita y también es el segundo miembro más influyente de la alianza OPEP detrás de Riyadh. Extrajo 11.3 millones de barriles de petróleo al día en enero, según cifras de la AIE. Últimamente, sin embargo, Rusia ha estado luchando por aumentar la producción para cumplir con el objetivo del grupo de restaurar la producción en 400 mil barriles por día cada mes.
El Reino Unido apoyaría a las naciones del Grupo de los Siete que establecen límites a la cantidad de petróleo y gas rusos que sus miembros podrían importar “con el tiempo”, dijo la secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss , a Sky News el domingo. El ejército de Rusia “se financia con los ingresos del petróleo y el gas”, por lo que queremos reducir su dependencia de ellos, dijo Truss.
En toda crisis siempre hay una oportunidad. Aunque sea odioso en las guerras también. Así, se vio que en el primer día (24 de febrero) de enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, el precio del barril del petróleo Brent, crudo que se extrae principalmente del mar del Norte y marca la referencia en los mercados europeos, subió y llegó a los $us 105, valor no visto desde 2014.
Lo mismo sucedió con el precio del gas natural que Rusia produce y que se ha disparado hasta en un 60%, llegando a valer $us 162 el megawatio.
Mientras que, los precios del maíz y del trigo registran un fuerte incremento en el mercado de Chicago (EEUU) tras conocerse la declaración de guerra de Rusia a Ucrania.
La soya tocó los $us 648 la tonelada. El valor del trigo subió $us 18 para ubicarse en $us 340 la tonelada y el maíz aumentaron $us 13 para llegar a $us 282 la tonelada.
¿Qué pasará en Bolivia?
En este escenario, Jaime Dunn, analista financiero, visibiliza dos situaciones. La de corto plazo, en la que a su criterio el sector productivo (complejo agroindustrial) es el que está mejor perfilado para aprovechar esta mejora de los precios de las materias primas, tanto de los alimentos como minerales e hidrocarburos.
Dunn hizo notar que la agroindustria tiene la capacidad de aumentar su exportación, particularmente el de la oferta oleaginosa, que va a ser muy requerida. También considera que la exportación de carne tiene una gran oportunidad para mejorar los volúmenes de venta al exterior.
Ahora bien, el analista alerta que para que eso suceda son necesarios dos aspectos: que el Gobierno no sigua mirando para adentro (solo el mercado interno), sino que gire su mirada al mundo y vea la gran oportunidad que tiene para aprovechar los precios en alza.
En segundo lugar, Dunn precisó que se debe terminar con esa política de cupos y frenos a las exportaciones y permitir, una vez asegurado el mercado interno aumentar la producción, generar más puestos de trabajo y divisas para el país con el apoyo gubernamental al sector productivo.
Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), dijo que Bolivia podría beneficiarse de la subida del precio de los alimentos como la soya, siempre y cuando no haya restricciones a la exportación; sin embargo, la subida del precio del trigo puede costarle más al país por ser dependientes de la importación de ese grano y la harina de trigo.
En lo referido a los hidrocarburos, el especialista en temas energéticos, Francesco Zaratti, precisó que son más los puntos negativos que positivos para el país en esta situación de guerra. En lo negativo, el especialista detalló que el incremento del precio internacional del barril de crudo, impactará en los costos de importación de líquidos, especialmente diésel, que se elevará ostensiblemente.
También hizo notar que la Argentina -que está apostando por el LNG-verá cómo ese energético subirá de precio de manera alarmante por lo que buscará que el país también corra con los gastos cuando se firme la sexta adenda con YPFB.
En lo positivo, Zaratti destacó que el precio de la urea aumentará de costo ante las dificultades que Ucrania para exportarla. Es en este punto donde el país puede aprovechar esa coyuntura, siempre y cuando, la planta de urea y amoníaco funcione plenamente.
Álvaro Ríos, analista energético, remarcó que el país ya no sonríe cuando los precios internacionales de los hidrocarburos suben, sino todo lo contrario, pues ya está claro que cada vez se exporta menos gas natural y se importa más derivados del petróleo.
“En este sentido, ya es tiempo de refundar YPFB que lamentablemente ha sido politizada por los gobiernos de turno cuando su labor siempre debió se técnica”, subrayó.
Desde el IBCE indicaron que en 2021 Bolivia exportó hidrocarburos por $us 2.343 millones, pero importó combustibles y lubricantes por $us 2.211 millones.
Atentos en minería
En cuanto a la minería, Zaratti remarcó que es otro sector que se verá beneficiado en especial aquellos minerales estratégicos que Rusia no podrá exportar, como el titanio y aunque nuestro país no produce dichos minerales, el precio de estaño, zinc, plomo y planta sin dudas se incrementará.
En cuanto a la subida del precio del oro, como activo de refugio, y de otros minerales, puede ser beneficioso para Bolivia (debido a un mayor ingresos de divisas), siendo que el 54% del valor de las exportaciones son de ese sector, señaló Rodríguez.
A diciembre de 2021, el índice general de cantidad de producción de minerales muestra una variación acumulada positiva de 39,2%. Entre los principales elementos que incidieron positivamente en el sector, se encuentran: plata con 38,7%, zinc con 39,3% y estaño con 33,4%, informó el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Según el Boletín Sectorial de Minería del INE, las ventas externas de oro, zinc, estaño y plata, en diciembre del 2021 alcanzaron a $us 488 millones, lo que representa un importante valor dentro de las exportaciones totales y un incremento en comparación al mismo período de la gestión 2020.
A partir de noviembre 2020, se observa una paulatina recuperación del sector minero debido a la mayor demanda de estos productos.
“Durante diciembre de 2021, disminuyó la cotización del oro de $us 1.822 a $us 1.790 por onza troy y de la plata de $us 24 a $us 23 por onza troy. Por el contrario, el precio del zinc aumentó a $us 3.399 por tonelada métrica. Asimismo, el precio del estaño se incrementó, llegando a cotizarse en $us 39.423 por tonelada métrica”, señala el reporte del INE.
La firma Fitch Ratings asignó una calificación de “B” a los bonos emitidos por Bolivia, por 850 millones de dólares, con vencimiento el 2 de marzo de 2030. Al respecto, un economista señaló que esto significa que el país es visto como más riesgoso y débil.
“Fitch Ratings asignó una calificación de B a los bonos de Bolivia por 850 millones de dólares con vencimiento el 2 de marzo de 2030. Las notas tienen un cupón de 7,5%. Los ingresos de esta emisión se están utilizando para fines presupuestarios generales y una operación de gestión de pasivos concurrente que involucra la recompra de bonos existentes”, señala el informe publicado por la calificadora.
Especifica que las calificaciones de los bonos están en línea con la Calificación de Incumplimiento del Emisor (IDR, por sus siglas en inglés) en moneda extranjera a largo plazo de Bolivia.
Sin embargo, los factores que podrían, individual o colectivamente, conducir a una acción de calificación negativa o a la rebaja, es que la calificación del bono sería sensible a cualquier cambio negativo en la IDR en moneda extranjera a largo plazo de Bolivia, explica el reporte de la calificadora.
El economista Jaime Dunn explicó que la actual calificación de B es más baja que la doble B (BB) que tuvo el país cuando emitió sus bonos hace años, lo que significa que hubo un deterioro en la calificación crediticia de Bolivia, que empezó en 2016 y desde entonces se ajustó hasta llegar a la B.
“En la calificación de doble BB y de B, ambas son calificaciones débiles y con un alto grado especulativo y obviamente el B es más especulativo que el de doble B, con esta calificación estamos a los niveles de Nigeria, país africano. Eso significa que Bolivia es calificado como un país más riesgoso que antes y como es más riesgoso para que los inversionistas vengan a este país, hay que ofrecerles mayor rentabilidad”, afirmó el analista.
Dijo que como es más complicado que los inversionistas fijen su mirada en Bolivia, se les tiene que ofrecer mayores intereses como el que se dio del 7,5%, cuando esos bonos antes se ofrecieron a una tasa en promedio del 5%, por lo tanto, para el país el endeudarse es más complejo y más caro.
El miércoles 23 de febrero de este año, el Gobierno afirmó que logró colocar en el mercado financiero internacional 850 millones de dólares de bonos soberanos con una tasa de interés de 7,5%, que es la más alta de los últimos años.
El valor representa el 42,5% de la oferta que se lanzó el pasado 10 de febrero para canje y compra de estos títulos-valor, por un monto de 2.000 millones de dólares.
En octubre de 2021, la firma calificadora Fitch Ratings mantuvo la calificación de B con perspectiva “estable” para Bolivia, aunque advirtió de la presión del Gobierno a las Reservas Internacionales Netas (RIN).
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