La escasez de divisas provoca demora en las importaciones de insumos, maquinaria y otros para el sector productivo, lo que ha provocado que las comisiones de transferencia para pagos en el exterior aumenten de 1% a 7% y 8%, advierten los industriales.
Las Reservas Internacionales Netas (RIN), con datos al 8 de febrero, bajaron a 3.538 millones de dólares. El Banco Central de Bolivia (BCB) decidió vender dólares y ante la gran demanda ahora programa la atención.
El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Pablo Camacho, señaló que el acceso a divisas se ha vuelto un serio problema para las empresas porque deben someterse a una programación, esperar que el BCB o los bancos les asignen una fecha para la provisión.
“Otro factor que complica a las industrias es el incremento en la comisión de transferencia, que subió de 1% hasta 7%. Eso genera un aumento de costos porque debemos importar insumos, maquinaria, repuestos para continuar con la producción”, lamentó.
Según Camacho, el problema es que los proveedores fijan fechas específicas para cumplir con el pago por la importación de insumos y servicios, entonces se tuvo que renegociar plazos explicando la situación interna de Bolivia para evitar un corte en la provisión. “Si los proveedores no reciben pagos a tiempo, dejan de enviar insumos repuestos o maquinaria. La afectación es en general para toda la industria por el tiempo que demanda acceder a divisas y el costo de comisión para hacer los giros o transferencias”, recalcó.
Este aumento de costos, ¿tiene impacto en el costo final al consumidor? Al respecto, el titular de los industriales admitió que todo esto genera una presión en la estructura de costos de las empresas. “En algún momento, desafortunadamente puede generar algún aumento en el precio al consumidor. Esa es la razón por la cual también se sugirió que no exista aumento salarial”, añadió.
Recordó que las empresas han venido absorbiendo los costos y perjuicio de los bloqueos en Perú. “Pero seguir absorbiendo costos significa que dejamos de ganar o comenzamos a perder, estamos en un punto de inflexión crítico”, advirtió.
De acuerdo con Camacho, la falta de divisas y la crisis a nivel global están ralentizando a la economía, por eso es que es momento de conciliar y generar certidumbre. “Confiamos en el diálogo y pedimos a políticos despojarse de posiciones radicales y viabilizar el mejor escenario para devolver certidumbre a la gente, a la economía”, dijo.
El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, informó que las comisiones de transferencia al exterior se han incrementado desde menos de 2% hasta un 8%, porque el acceso a dólares se ha vuelto cada vez más difícil en el país.
El gerente general de la Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol), Josip Lino, explicó que la mayor dificultad está en las operaciones comerciales con proveedores del exterior a quienes deben efectuarse pagos con dólares. “Un no pago o demora por supuesto perjudica un normal relacionamiento y puede afectar en el acceso en especial a materias primas. El rubro farmacéutico a nivel nacional y en la región tiene una dependencia de proveedores del exterior”, enfatizó.
Aseguró que ya se ha informado a las autoridades en salud que los costos de importación se están incrementando, por las comisiones bancarias que se han elevado. “Incluso se tienen proveedores del exterior que, anoticiados de los problemas en el país, están pidiendo pagos al contado”, sostuvo Lino.
Aseguró que por el momento se hacen los mayores esfuerzos por un normal acceso a las materias primas, pero existen operaciones bancarias con el exterior que están demoradas y si ello no se soluciona puede complicar la actividad productiva. “Dependemos de las operaciones bancarias para los pagos al exterior, por ello hemos solicitado al sector bancario dar prioridad a estas operaciones”, subrayó.
El presidente de la Cámara Nacional de Despachantes de Aduana, Antonio Rocha, sostuvo que el 80% de las importaciones del país son insumos y materias primas, bienes de capital, suministros industriales destinados a la cadena productiva y un 20% en productos terminados como vehículos, llantas, repuestos, vestimenta, calzados.
“La falta de divisas tiene efecto directo en todo el sector productivo. Si hay desabastecimiento de productos, si se rompe la cadena de suministros puede generar costos y efecto en la provisión de productos de la canasta familar”, apuntó.
Resaltó que son varios los sectores perjudicados, el farmacéutico, industrial que deben importar insumos y si faltan puede paralizar las plantas. En el sector agropecuario se prepara la siembra de invierno y se debe importar insumos, semillas, al igual que alimentos como trigo, harina, esenciales para la elaboración de pan y otros.
El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, informó que la escasez de divisas que está enfrentando el país en la actualidad encarece los productos de importación.
“¿Por qué se encarecen las importaciones? Por el costo de transacción, por el alza de comisiones en la banca comercial para las transferencias. Todos los productos han sido impactados y si no se resuelve el problema en los siguientes meses, esto va a seguir encareciéndose”, alertó,
Lo mismo ocurre con el sector exportador que depende de acceso a divisas para contratar transporte internacional, seguros y otros. “El alza no es por culpa de la banca comercial, la comisión de transferencia era menor a 2%, hoy es de 8% y esto es porque el acceso a dólares cada vez es más difícil”, lamentó.
El IBCE recomienda al Legislativo aprobar los créditos contratados, la Ley del Oro, la eliminación del ITF y que el BCB emita bonos en dólares a 7% que pueden generar entre 4 mil y 5 mil millones de dólares. Se debe subir las exportaciones y promocionar sobre todo el sector agropecuario, forestal y maderero.
El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, afirmó que “la ley del oro no es una solución estructural”, pero es una norma “necesaria para el momento en función de la estabilidad macroeconómica, la estabilidad monetaria que hay que cuidar como un patrimonio nacional”.
En criterio del Gobierno, el proyecto de ley aprobado el fin de semana en la Cámara de Diputados, servirá para inyectar dólares en la economía nacional. Rodríguez considera que el camino para afrontar la falta de divisas es que el Gobierno aliente las exportaciones “y no poner restricciones a las mismas”.
“Repetir esa experiencia tan hermosa que tuvimos con la administración Morales para que el sector privado invierta, en el caso del sector ganadero, en potreros, en genética, en sanidad, en frigoríficos en cadenas de frío”, dijo Rodríguez.
Pero, además, “por su parte junto al Gobierno juntamente con el sector privado en la lucha contra la aftosa y en la apertura de los mercados externos”.
Según el directivo del IBCE, a la fecha el país exporta $us 200 millones en carne y sus derivados cuando en 2005 solo se comerciaba a los mercados internacionales $us 2 millones.
“Eso es lo que hay que hacer, alentar la exportación, esa es la forma estructural de resolver esta falta de divisas”, subrayó.
Pacto productivo
Rodríguez además se refirió a la propuesta del sector privado de impulsar un “pacto productivo”, necesario para afrontar la crisis que golpea al mundo y ha comenzado a causar efectos en la economía nacional.
El ejecutivo aseguró que “Bolivia necesita dos shocks” para precautelar la estabilidad de la moneda.
El primero es un “shock de oferta” y “aumentar con urgencia” los dólares en las reservas internacionales que administra el Banco Central de Bolivia (BCB) y en el sistema financiero privado.
El siguiente paso es un “shock de confianza” y “eso se construye en base a un diálogo público – privado”.
“Una agenda que permita trazarse objetivos y metas a corto, mediano y largo plazo con el objetivo de que el sector público revise las normas y “haga lo que tiene que hacer”.
Pero, además, el sector “haga lo que sabe y quiere hacer”, que es “invertir, producir, sobreproducir por encima de las necesidades del mercado interno, exportar, y con eso generar, empleo, divisas e impuestos para el Estado boliviano”.
Gary Rodríguez no se anima a calcular la cifra de millones dólares que podría promover un pacto productivo.
“El cielo es límite”, afirmó y comparó casos como el de Perú y Chile, que en los últimos años han incrementado sus volúmenes de exportación en productos del agroindustrial que bordean los $us 10.000 millones en comparación con los $us 3.500 que registra Bolivia.
Duplicar las exportaciones
El camino para incrementar las exportaciones se concretará “si nosotros hacemos bien las cosas, si el Gobierno se anima a darle la mano el sector privado, hacer un pacto productivo como nosotros lo hemos llamado, a implementar una política de promoción selectiva de exportaciones”, indicó.
Esta selección debe tener base en sectores de rápida reacción como el agropecuario, el industrial, el forestal maderero y la industria liviana.
“Si el Gobierno se anima al proceso de sustitución competitiva de importaciones, si se anima a pelear junto con el sector privado en contra del flagelo del contrabando y se anima a recuperar el mercado interno para promover la producción nacional, con toda seguridad que de aquí a tres años podríamos estar duplicando las exportaciones de solo el sector no tradicional”, afirmó.
En su criterio, “con eso nos olvidamos de la carencia de los dólares que estamos atravesando estos días”.
Crecimiento sostenido
En criterio de Rodríguez, si el Gobierno da luz verde al pacto productivo el país puede aspirar a crecer 7% o más de forma sostenible y sostenida basado en el “modelo de desarrollo cruceño que ha demostrado ser exitoso”.
“Santa Cruz representa el 30% de la producción total del país, el 76% de la producción de alimentos, el 87% de las agroexportaciones, más de la mitad de las recaudaciones tributarias, no hay por donde perderse. La solución está en trabajar con Santa Cruz”, afirmó.
El presidente ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, negó que exista un desabastecimiento de diésel y aseguró que la escasez de diésel en Santa Cruz se debió a un plan que ejecutaron para identificar el comportamiento irregular del carburante y concluyeron que existe un contrabando “muy fuerte” desde las estaciones de servicio de ese departamento.
“Esto nos muestra que, a través de las estaciones de servicio de Santa Cruz, existe un contrabando muy fuerte de combustibles. ¿Por qué? porque se utiliza más combustible del que debería de utilizarse. Esto es algo que justamente estamos probando y viendo con YPFB. Estamos haciendo un abastecimiento controlado, no es que no hay diésel, hay diésel”, aseguró Dogarthen.
En los últimos tres días se registró una escasez de diésel en varios surtidores de Santa Cruz, incluso el sector agroindustrial manifestó su preocupación porque sus máquinas necesitan del combustible para la cosecha.
Sin embargo, el ejecutivo de YPFB aseguró que todo se trataba de un plan de abastecimiento controlado que es parte del control y lucha contra el contrabando de hidrocarburos. Además, resaltó que el plan mostró que el desabastecimiento sucedió sólo con el diésel y no así con la gasolina.
“Estamos despachando alrededor de 2.400 metros cúbicos por día, lo que normalmente despachábamos 2.600 metros cúbicos día (para Santa Cruz)”, dijo Dogarthen.
China pretende aumentar el uso de su moneda -el yuan- como una alternativa al dólar con el objetivo de mostrarse como un referente financiero a nivel global para romper con la hegemonía de la divisa estadounidense, según un informe publicado por la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT, por sus siglas en inglés).
A pesar de que la reciente crisis financiera ha provocado una caída del yuan, debido entre otros aspectos a la debacle inmobiliaria a partir del caso Evergrande, el gobierno chino considera que las fluctuaciones a corto plazo son normales y confían en el crecimiento de su moneda en este tipo de operaciones en el mediano y largo plazo.
Según un artículo de la revista especializada Global Times, la utilización de divisas por fuera del dólar registró un parate en el último tiempo, debido a los efectos que la pandemia de Covid-19 y la guerra en Ucrania tuvieron en la economía mundial y en los mercados financieros. Frente a esto, China apura nuevamente su estrategia a través de acuerdos bilaterales como es el caso de los swaps que mantiene con varios países, entre ellos la Argentina.
En este marco, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció la semana pasada que la Argentina dejará de pagar importaciones de China en dólares y pasará a hacerlo en yuanes, aprovechando la activación del swap de monedas con ese país.
“Tras un acuerdo con diferentes empresas reprogramamos el instrumento de pago por más de US$ 1.040 millones para este mes de importaciones con origen en China, que dejan de pesar sobre el flujo de salida de nuestros dólares y pasan a ser parte del flujo de salida de yuanes”, afirmó Massa.
El ministro dijo que esto “además nos permite para los próximos meses trabajar en la posibilidad de adelantar el ritmo de importaciones, la gran mayoría de estas autorizaciones se trabajaban a 180 días y con los yuanes se trabajan a 90 días, y de programar un volumen de importaciones en yuanes por más de US$ 1.000 millones
Otro ejemplo de esto se dio durante la reciente visita del presidente brasileño, Luiz Inacio Da Silva, a China. Da Silva y Xi Jinping firmaron 14 acuerdos y entre ellos uno para establecer el comercio entre ambos países en yuanes.
En su discurso, el jefe de Estado brasileño reflexionó: “me pregunto todas las noches, ¿por qué todos los países están obligados a comerciar en dólares? ¿Por qué no podemos comerciar en nuestra propia moneda? ¿Por qué no apostamos por la innovación?”.
Según el SWIFT, la moneda más utilizada a nivel mundial para pagos internacionales sigue siendo, por lejos, el dólar estadounidense, con una participación del 41,8%; seguido por el euro, con el 34,74% del total; y la libra esterlina, con el 6,26%. El yuan tiene en la actualidad una participación del 2,7%.
Beijing busca generalizar el uso de su divisa luego de recibir un enorme respaldo por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), en 2016, cuando incluyó al yuan en su canasta de monedas para establecer el valor de los Derechos Especiales de Giro (DEG). El DEG es la moneda que utiliza el organismo, para brindar asistencia financiera a los países con problemas en su balance de pagos.
El gigante asiático mantiene acuerdos de petróleo y gas con países de Oriente Medio y el presidente Xi Jinping se ha comprometido a aumentar la ayuda al desarrollo en esa región y ha redoblado sus esfuerzos para promover el uso del yuan chino en los mercados energéticos.
En su intervención en Cumbre China-Estados Árabes y en la cumbre China-Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) en Riad, Arabia Saudita, Xi Jinping dijo que China y las naciones del Golfo deben hacer pleno uso de la Bolsa Nacional de Petróleo y Gas de Shanghai como plataforma para llevar a cabo la liquidación en yuanes de las operaciones de petróleo y gas.
La semana pasada, el ministro saudí de Energía, el príncipe Abdulaziz bin Salman, afirmó que Arabia Saudita seguirá siendo un socio energético fiable y de confianza para China, según reportó la agencia Bloomberg. El príncipe saudí dijo que la cooperación entre los dos países había ayudado a mantener la estabilidad del mercado mundial del petróleo.
El príncipe agregó que Arabia y China tratarán de impulsar sus cadenas de suministro de energía mediante el establecimiento de un centro regional en el estado árabe del Golfo para las fábricas chinas.
Pero no es sólo en el sector energético donde China quiere impulsar su presencia, ya que también busca ampliar el alcance de su comercio internacional de materias primas en un intento de tener más influencia sobre los precios mundiales.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó una desaceleración del comercio mundial de productos, al pasar de un crecimiento de 3.3% en 2022 a 1.5% en 2023.
La tendencia a la baja es más pronunciada si se considera que el aumento del comercio mundial en 2021 fue de 11.1% interanual.
Pero este indicador se había debilitado desde 2019 (+0.2%) y colapsó en el año más calamitoso de la pandemia de Covid-19 (-5.0 por ciento).
El comercio internacional de mercancías tiene gran relevancia para naciones como Singapur, México, Países Bajos, Irlanda y Vietnam.
Entre sus escenarios alternativos, el FMI plantea que con el aumento de las tensiones geopolíticas, sube el riesgo de que se produzca alguna forma de fragmentación del comercio internacional (mayores barreras comerciales, sanciones, etc.).
Al tiempo que un menor comercio internacional reduciría la producción mundial y la inversión deseada, el efecto sobre la tasa natural variaría según las regiones, reflejando el acortamiento de las cadenas de valor mundiales.
El riesgo de fragmentación del comercio se ve agravado por el riesgo de fragmentación financiera, cuyo efecto sobre los tipos de interés reales dependerá de la posición exterior inicial de los países: los países deficitarios tendrán más dificultades para financiar sus cuentas corrientes, mientras que los países excedentarios repatriarán el exceso de ahorro, lo que hará bajar el tipo de interés natural.
Los efectos oscilan entre una disminución de 40 puntos básicos y un aumento de 20 puntos básicos, según la región. En cuanto a la fragmentación del comercio, se espera que los efectos sean menores.
No obstante, el FMI pronostica una recuperación de los flujos del comercio de mercancías para 2024, cuando aumentaría 3.2%, año contra año.
Dado que China absorbe una parte sustancial de las exportaciones de las economías, una recuperación más débil de lo previsto en China tendría importantes efectos transfronterizos, especialmente para los exportadores de materias primas y las economías dependientes del turismo.
Entre los riesgos para las perspectivas, el FMI incluye la actual debilidad del mercado inmobiliario chino, que podría suponer un lastre mayor de lo previsto para el crecimiento y, potencialmente, generar riesgos para la estabilidad financiera.
Por ejemplo, las importaciones netas de trigo de los mercados emergentes y las economías en desarrollo representan más de la mitad del consumo total de trigo, pero el almacenamiento interno en estas economías tiende a ser bajo, lo que las hace más vulnerables a las perturbaciones comerciales.
Las restricciones a las exportaciones de alimentos y fertilizantes -sobre todo las impuestas más recientemente- deberían levantarse para salvaguardar el suministro de alimentos y su distribución a nivel mundial.
Por el lado de la oferta, la incertidumbre sobre los efectos de las sanciones occidentales sobre las exportaciones rusas de petróleo crudo agitó las expectativas sobre los equilibrios del mercado mundial.
En marzo, las exportaciones rusas de crudo se habían mantenido estables desde la aplicación del tope de precios del Grupo de los Siete (G7) y la prohibición de importar crudo el 5 de diciembre.
Llevaremos la carrera de Comercio Internacional al más alto nivel