Bolivia: Exportadores acumulan pérdidas de $us 150 MM

El presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Marcelo Olguín, informó ayer que este sector perdió alrededor de 150 millones de dólares en 13 días de paro y 10 días de cerco en Santa Cruz, y exhortó al diálogo para levantar esa medida.

“A la fecha, en esta acumulación de días, estaríamos llegando a un número de alrededor de 150 millones de dólares”, indicó el presentante de los exportadores bolivianos.

De acuerdo con datos de Olguín, por día de paro cruceño este sector deja de mover más de 10 millones de dólares en exportaciones de diferentes mercancías provenientes de las distintas regiones del país.

En ese sentido, exhortó a las autoridades a dialogar para levantar esa medida de presión, que afecta a los diferentes sectores productivos y a la economía de las familias no sólo de Santa Cruz, sino de todo el país.

“El Gobierno ha hecho un llamado a la mesa técnica, al diálogo, nuevamente, a deponer actitudes a desmovilizar a los sectores y hacemos eco de ese llamado”, manifestó el presidente de la Caneb. A los perjuicios generados por el bloqueo de caminos a causa del cerco a Santa Cruz, se suma la restricción de las exportaciones de azúcar y carne de res, decretada por el gobierno la semana pasada para garantizar la provisión de estos productos en el mercado interno.

Ayer, el sector del transporte pesado de Cochabamba retomó un bloqueo de carreteras exigiendo al Gobierno solucionar el conflicto por el censo en Santa Cruz y levantar la restricción a las exportaciones de carne y azúcar.

Los transportistas señalaron que la medidas es indefinida.

Santa Cruz alcanzó PIB de $us 12.335 millones en 2021

A través de un boletín informativo, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior informó que el Departamento de Santa Cruz alcanzó en el 2021 un PIB nominal de 12.335 millones de dólares, superando por casi 1.000 millones de dólares al registrado en 2020.

Además destacó que el Ingreso Per Cápita fue de 3.667 dólares, y superó a la media nacional (3.437 dólares). Cuenta con una población estimada de 3,5 millones de habitantes significando un 29% del total del país en 2022.

En 2021 Santa Cruz logró un record de producción de 16.4 millones de toneladas de alimentos: el 76% del total del país.  Además el aporte de Santa Cruz a la producción agrícola de Bolivia periodo 2020-2021 es: caña de azúcar 92%, soya 99%, sorgo en grano 100%, maíz en grano 66%, arroz con cáscara 72%, trigo 75%, girasol 100% y hortalizas 31%.

Analistas proyectan un cierre 2022 con menor crecimiento económico

Santa Cruz estornuda y la economía nacional se resfría. Expertos coinciden en que la conflictividad social en Santa Cruz, asociada a la reivindicación de este departamento por el censo en 2023 y un cerco establecido por organizaciones sociales y sindicales afines al partido gobernante, incidirán en un menor crecimiento económico, cuya proyección oficial es del 5,1% para este año. Al primer trimestre, el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia creció un 3,97%.

El economista Gonzalo Chávez, desde La Paz, infiere que los próximos días y meses se profundizará la tendencia creciente de precios de varios alimentos esenciales. “Es probable que la tasa de inflación esté próxima al 3,3% previsto por el Gobierno, cuyo porcentaje anualizado, hasta el pasado mes, era de un 1,8%”, puntualizó.

Anotó que también se registrarán problemas en el crecimiento. “Estaba previsto un 5,1%, pero el porcentaje en los próximos meses será más bajo. Se perdió de $us 30 a 36 millones por día, pero lo que
no se entiende es que todas las cadenas productivas en torno al aparato productivo de Santa Cruz fueron cortadas y eso tiene repercusiones en todos los otros sectores. Entonces, habrá una desaceleración de la economía”, expuso Chávez.

Además, dejó entrever que el desempeño de la balanza comercial tampoco será interesante. “El Gobierno estaba orgulloso de las cifras de las exportaciones que probablemente iban a llegar a $us 13.000 millones y había dos referencias, oro y estaño metálico y el sector agroindustrial, liderados por soya y sus derivados. La balanza comercial será positiva, pero no interesante como se proyectó en un primer momento. Ahora bien, las Reservas Internacionales Netas (RIN) son ‘sumamente’ bajas. En 2014 estaban en alrededor de $us 15.000 millones y ahora la cifra es menor de $us 4.000 millones. Menos exportaciones, significa menor ingreso de divisas, lo que pone una presión muy fuerte sobre las reservas y el tipo de cambio”, afirmó Chávez.

El analista económico y financiero Jaime Dunn, precisando que la paralización en Santa Cruz no es total, estimó que el costo es de alrededor de $us 20 millones por día de manera redonda.

“Eso significa que se pierde más o menos un 0,5% del PIB por cada 10 días de paro en Santa Cruz. A eso hay que adicionar que durante ese periodo se pierden cerca de $us 100 millones en exportaciones, con todo lo que eso significa no solo para menos crecimiento económico, porque hay menos actividad económica, sino el impacto que puede tener en las RIN que son muy sensibles y que dicho monto de divisas en exportaciones le caen muy bien a las reservas”, insinuó Dunn, al complementar que la imagen de los enfrentamientos entre bolivianos refleja un país de baja seguridad jurídica e institucionalización para el inversionista.

En la primera semana de octubre, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, ratificó la proyección de crecimiento del PIB para Bolivia en torno al 5,1%, como establece el Programa Fiscal Financiero para este año. Sin embargo, alertó que, si se concreta el paro indefinido, en ese momento anunciado en Santa Cruz, afectará ‘severamente’ el proceso de reconstrucción de la economía que implementa el Gobierno.

Incertidumbre ‘enorme’

Para Antonio Saravia, doctor en economía y director del Centro de Estudios para la Economía y la Libertad en Mercer University (EEUU), está claro que los paros y los cercos, y en general cualquier medida que evite la libre circulación o que se abran los negocios, significa cuantiosas pérdidas económicas para Santa Cruz y para Bolivia. “Si no se trabaja no se produce. Así de simple”, apuntó.

Hizo notar que recurriendo al típico cálculo referencial de usar el PIB departamental y dividirlo por 365 días para obtener el PIB departamental diario. “Este cálculo sugiere que el PIB de Santa Cruz es de alrededor de $us 33 millones por día. Este monto, es, por lo tanto, lo que el departamento (y Bolivia) pierde por día de paro”, expresó, al aclarar que el paro es, entonces, un sacrificio ‘enorme’ que se hace por una pelea justa y por dar la cara a un Gobierno incapaz que tuvo 10 años para preparar un censo y luego mintió para postergarlo”, dijo.

Con respecto al empleo formal, Saravia indicó que es muy ‘chiquito’ en Bolivia. “El 80% de la mano de obra trabaja en el sector informal. Los paros (y los cercos) no ayudan a esta situación porque generan una incertidumbre enorme que hace que las empresas formales no quieran contratar o incluso cierren. El país probablemente perderá muchos de los pocos empleos formales que quedan”, sostuvo.

A deducir por el economista Róger Banegas, por cada dos semanas de paro cívico y bloqueo en Santa Cruz, el país pierde entre $us 350 y 400 millones. “Esto es el 1% de contracción en la actividad económica nacional (PIB), con repercusión directa en la tasa de desempleo, misma que se incrementa en +0.5%; es decir, se pierden 25.000 fuentes de trabajo por cada 14 días de paro cívico y bloqueo”, aseguró, al cargar la responsabilidad al Gobierno nacional por no atender la demanda de censo en 2023, toda vez que está en su rol la resolución de conflictos y velar por la estabilidad económica del país.

Alertó un alza de precios en los alimentos, considerando la impor
tancia de Santa Cruz en su oferta del 70% a la demanda nacional. “El componente aditivo es el efecto en la escasez de combustible que tendrá consecuencias en el sector agropecuario departamental y nacional”, refirió Banegas.

Wálter Morales, también economista, infiere que indudablemente existe una afectación en la dinámica económica y el crecimiento, no solo por la representación de Santa Cruz a escala nacional y lo que se pierde por día, sino por la reverberación de efectos de mayor plazo. “Señales negativas que se dan al sector privado, local y extranjero, como a la comunidad internacional. No aprendemos a ponernos de acuerdo entre bolivianos”, expresó, al insinuar que un país con alrededor del 80% de informalidad, estas situaciones comprometen aún más el empleo formal y de calidad.
Para Mauricio Ríos García, también economista, las consecuencias en la producción de alimentos será la misma que en cualquier otro sector de la economía.

“La destrucción de la institucionalidad y la profundización de la crisis del cerco afecta a todos los sectores por igual, dado que están entrelazados. El cerco no solo no permite exportar alimentos, sino que también impide importarlos”, exclamó el analista.

Impacto en la economía

Desde el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, afirman que el freno al normal funcionamiento de las actividades en Santa Cruz tendrá efectos negativos no solo en la actividad económica, sino en el mercado laboral, el comercio exterior, las recaudaciones tributarias y en la inflación. “Los ingresos de los trabajadores se verán afectados en todos los niveles, debido a que la producción industrial y agroindustrial está frenada; los servicios de restaurantes, bares, peluquerías no pueden operar; pero quienes resultan afectados de sobremanera son aquellos trabajadores que ganan el sustento de manera diaria, principalmente: comerciantes, transportistas, vendedores ambulantes y otros”, precisaron.

De la misma manera, infieren que la imposibilidad de que el comercio exterior pueda desenvolverse con normalidad afectará a la dinámica interna del departamento y la generación de divisas para el país. Hasta agosto, las exportaciones bolivianas sumaron $us 9.456 millones por la venta de más de 10 millones de toneladas, según el IBCE, con datos del Instituto Nacional de Estadística. A su vez, el viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco, estima que Bolivia va a superar $us 13.000 millones en exportaciones este año.

Asimismo, el Ministerio de Economía indica que producto de un volumen menor de ventas registrado en Santa Cruz, las recaudaciones tributarias a escala nacional se verán impactadas negativamente.

Del mismo modo, advierten que el paro en Santa Cruz tendrá un impacto significativo en la inflación, provocando una menor oferta de ciertos productos en los mercados -tanto cruceños como nacionales- y llevando al alza del costo de la canasta familiar.

Desde el Ejecutivo afirman que el paro impactará negativamente a la actividad económica y, por lo tanto, a la generación de empleos. Montenegro, en conferencia de prensa, dijo que las pérdidas suman más de $us 500 millones por los 14 días de paro y afirmó que no se puede recuperar lo perdido. “Aquellas familias menos protegidas -(informales), son quienes más problemas económicos tendrán y desafortunadamente su situación se podría precarizar más”, apuntan.

La fortaleza del dólar frente al euro añade presión al transporte y al comercio exterior europeo

El contexto de tensiones geopolíticas con la guerra de Ucrania, los altos precios de la energía, los problemas de suministro de muchos bienes desde Asia que aún colean y los últimos efectos de la pandemia tienen un impacto directo en la cotización de las distintas monedas internacionales. En lo que llevamos de año, el dólar ha ganado en torno al 15% de fuerza frente al euro, dado que, frente a tantos conflictos en Europa, se ha convertido en la moneda refugio de gran parte de la comunidad inversora. La perspectiva de recesión económica en la Unión Europea (UE) también influye en la actual debilidad del euro. De esta forma, la fortaleza del dólar y la debilidad del euro generan nuevos desafíos para el transporte, la logística y el comercio internacional. De hecho, amenaza el equilibrio entre la exportación y la importación, especialmente a nivel europeo, y encarece los flujos comerciales internacionales del Viejo Continente.

El impacto en el comercio internacional se nota en el precio de las exportaciones, que desciende, y que por tanto, “provocará un incremento de las mismas”, según apunta el presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, Antonio Bonet. La contrapartida está en que “esto generará más inflación porque las importaciones serán más caras, se elevarán los costes de los productos que se traigan del exterior y eso se trasladará a un aumento de costes para las empresas”, enuncia Bonet, que prevé una pérdida de competitividad en estas circunstancias y cierta caída en la actividad general, especialmente en países de la zona euro como España, aunque las cifras de exportaciones sigan batiendo récords, “algo que se lleva produciendo desde 2021”. De la misma forma, estima un encarecimiento del transporte internacional para los operadores cuya moneda es el euro, dado que esta actividad suele cotizar en dólares. Es el caso, por ejemplo, de los fletes marítimos, que llevan semanas en descenso, pero cuyo efecto para los operadores europeos se amortigua parcialmente por el efecto de la fortaleza del dólar.

Ya en septiembre, el euro cayó a la mínima tasa de valor registrada en 20 años, en el nivel de 0,98 dólares, a raíz de que la Reserva Federal de Nueva York (FED) elevara sus tipos de interés en 75 puntos básicos y anunciara que se esperan nuevas subidas en los próximos meses e incluso entrado 2023. De esta forma, el impacto sobre los principales actores del transporte internacional es claro y negativo, según la directora general de la Federación Española de Transitarios (Feteia), Blanca Guitart: “La bajada en la cotización del euro supone una clara amenaza para la estabilidad de precios, algo muy importante cuando tenemos que lidiar con una inflación disparada”, argumenta. De hecho, al ser Europa un continente mayoritariamente importador, y no generador, de materias primas incluida la energía, la coyuntura actual de subida del dólar frente al euro fomenta la espiral inflacionista. “Es más, puede darse la situación de que el precio de las materias primas en el mercado baje, pero que debido a la subida del dólar nos veamos pagando más por ellas que antes”, apunta el profesor del Máster de Administración de Empresas de la Universidad Internacional de Valencia, Carlos Siemens.

La desestabilización de precios provoca que las mercancías lleguen más caras al consumidor final, además de que cueste más moverlas. Ello, según el profesor Carlos Siemens, impacta directamente en las cifras de inflación, “que recogen las subidas de precios asociadas al incremento de costes de transporte”. Y en particular, en el transporte europeo, donde el transporte de importación se verá mermado en beneficio de las exportaciones a regiones extracomunitarias, como Estados Unidos y Sudamérica, que sufrirán el efecto contrario, apunta el director de Cotransa, Rolando Martínez. En general, los actores consultados visualizan una caída del consumo, y con ello, de todo el comercio y la logística internacionales. “La previsión es que tengamos un cierre de año difícil por este factor precisamente”, anuncia Blanca Guitart (Feteia).

DESCONCENTRAR LA DEPENDENCIA PARA REDUCIR EL RIESGO DE ESTANCAMIENTO
A pesar de las perspectivas de crisis económica mundial y de la devaluación del euro frente al dólar, que perjudicarán a las economías, la esperanza sigue puesta en el crecimiento del comercio electrónico a nivel mundial. “Consideramos que el fuerte crecimiento del ecommerce transfronterizo, que hemos visto en los últimos años, debería continuar, lo que significa que más actores tendrán acceso a los mercados internacionales”, señala el director de Marketing y Ventas de DHL Express España, Nicolás Mouze. Esa diversificación de actores contribuiría, según señala el último informe Trade Growth Altas de DHL, a desconcentrar la dependencia de las importaciones de un solo país y dar una mayor oportunidad de crecimiento a la economía mundial.

Actualmente, el comercio internacional de mercancías se ha incrementado hasta el 10% sobre los niveles anteriores a la pandemia, según los datos de dicho informe, y ello habría sido gracias a su extensión a través de una variedad más amplia de países. El estudio de DHL señala que China representa una cuarta parte del crecimiento del comercio en los últimos años, pero la multinacional logística pronostica que su peso se reduzca al 13% en favor de Vietnam, India y Filipinas, que proyectan crecimiento hasta 2026. “Estos tres países tienen potencial para beneficiarse de los esfuerzos de muchas empresas por diversificar las estrategias de producción y abastecimiento centradas en China”, apunta Mouze. Esta diversificación de fuerzas ayudaría a “acelerar el crecimiento económico, reducir la inflación y contribuir a que las cadenas de suministro sean más resistentes y diversificadas”, concluye el directivo de DHL Express España.

El comercio exterior chino creció un 6,9 % interanual en octubre

El valor de los intercambios comerciales denominados en yuanes entre China y el resto del mundo aumentó un 6,9 % interanual en octubre, según datos oficiales publicados hoy por la Administración General de Aduanas del país asiático.

En concreto, las exportaciones aumentaron un 7 % hasta los 2,07 billones de yuanes (286.823 millones de dólares, 288.597 millones de euros).

Este ritmo de subida fue, de nuevo, superior al de las importaciones (+6,8 %), que se situaron en los 1,48 billones de yuanes (205.072 millones de dólares, 206.340 millones de euros).

En el décimo mes del año, los intercambios con otros países sumaron unos 3,55 billones de yuanes (491.895 millones de dólares, 494.937 millones de euros).

Así pues, el superávit comercial del país asiático en octubre fue de 586.810 millones de yuanes (81.355 millones de dólares, 81.865 millones de euros).

En el acumulado de lo que va de año, el comercio internacional chino ha aumentado un 9,5 % en comparación con el mismo período de 2021, con las exportaciones creciendo un 13 % y las importaciones, un 5,2 %.

Los intercambios denominados en dólares descendieron un 0,4 % interanual en octubre, periodo en el que las exportaciones cayeron un 0,3 % y las importaciones, un 0,7 %. EFE