Las alarmas saltan en los más prestigiosos gabinetes internacionales de análisis económico una vez que el puerto más grande del mundo, Shanghái, cumple un mes sometido a severas restricciones frente al coronavirus. El más reciente estudio sobre los efectos globales de la estrategia Covid cero del Gobierno chino, elaborado por Allianz Trade y actualizado esta misma semana, ya prevé una reducción del tráfico de exportaciones a escala mundial de 135.000 millones de euros sólo en el segundo trimestre de este año. Esa cifra equivale a alrededor de un punto porcentual del volumen total del comercio internacional en 2022, de acuerdo con las cifras que maneja la OMC.
Expresado en otros términos, el volumen de intercambios de mercancías a escala mundial volverá, en un solo trimestre a niveles comparables con los de mediados de 2021, cuando la economía global aún estaba inmersa en la quinta oleada del Covid y el transporte todavía sufría importantes limitaciones en puertos y aeropuertos.
Los expertos de Allianz contemplan un escenario más extremo en el que las restricciones en Shanghái y en otros núcleos económicos chinos se prolongue durante meses y el golpe al comercio mundial se sitúe en 327.000 millones.
No se trata de una mera elucubración. El equipo de analistas de que BBVA dispone en Hong Kong estima que “hay un 25% de posibilidades de que el Gobierno chino no tenga controlada el próximo junio la actual oleada de la variante ómicron del Covid” y se vea obligado a mantener gran parte de las restricciones en vigor.
Un difícil protocolo
La experiencia ya enseña que el levantamiento de estas últimas no es sencillo. En primer lugar, el Gobierno elabora un listado de las empresas que pueden reabrir, de acuerdo con la importancia de su actividad. Y ni siquiera en esos casos el regreso a la normalidad es total ya que deben articularse los protocolos de circuito cerrado, que obligan a los trabajadores a dormir en las instalaciones de sus empresas y a someterlos a test y otros tipos de pruebas en plazos no superiores a 48 horas.
No puede extrañar, por tanto, que de los 50.000 negocios censados en Shanghái poco más de 1.000 son los que cuentan con un permiso de reapertura en toda regla, según reflejan los datos actualizados de la agencia Caixin.
Es más, sin esperar al verano, el especialista en la economía china Javier Santacruz cree que el comercio mundial puede estar ya resintiéndose por encima del punto porcentual que Allianz Trade calcula. “No nos olvidemos que, más allá de las costas del gigante asiático, otros puertos como Singapur presentan importantes problemas”. “No resulta exagerado afirmar que el comercio mundial vuelve a estar colapsado”, sentencia Santacruz.
Situación inevitable
Es una situación casi inevitable dado que, como expone la economista del Instituto Bruegel con sede en Bruselas, Alicia García Herrero, “un parón repentino de la industria manufacturera china tiene un enorme impacto en la economía global ya que China exporta hasta un tercio de los bienes intermedios” necesarios para las fábricas en los cinco continentes.
Sea de mayor o menor dimensión la parálisis, lo que para todos los analistas resulta evidente es que no será la propia China la principal perjudicada, aunque sea su economía la que se ve directamente obstaculizada por las restricciones.
Es cierto que el país presidido por Xi Jinping puede ver cómo su crecimiento pierde hasta tres puntos de PIB en este trimestre, según los cálculos del profesor Zheng Michael Song, de la Universidad de Hong Kong.
Además, resulta difícil minusvalorar el daño que provoca que un coloso de las dimensiones de Shanghái se encuentre funcionando a medio gas. Se trata del puerto que, año tras año, se erige en el líder en el transporte de contenedores a escala mundial, con 43,5 millones.
A ello se suma el hecho de que esta ciudad aporta cerca del 5% del PIB total de China y es su principal centro financiero. Cifras así revelan hasta qué punto resulta una mala noticia que el nuevo epicentro en China de la epidemia del Covid no sea una ciudad de categoría económicamente inferior, como lo fue Wuhan en 2020, y todos los problemas se concentren en un centro neurálgico y logístico como Shanghái.
El sector cañero de la provincia de Jujuy (Argentina) está interesado en la importación de urea que produce Bolivia, informó el ministro de Desarrollo Económico de la Gobernación jujeña, Exequiel Lello Ivacevich.
Según la autoridad, se gestiona su compra luego de que tomaron conocimiento sobre el incremento de la producción en la planta de Bulo Bulo.
“El sector cañero está en diálogo con autoridades de YPFB para acceder a un precio competitivo que va impactar en mejores costos para los productores. Se trabaja en generar este acuerdo y comprar el volumen que necesitan los cañeros”, dijo Lello en contacto desde la capital jujeña.
La zona cañera argentina está concentrada en los departamentos de San Pedro y Libertador General San Martín, donde operan los ingenios de Ledesma que es el más grande del Norte argentino, La Esperanza y La Mendieta.
Lello mencionó que el sector cañero ve en la urea boliviana una oportunidad, en un año muy complicado por la sequía, ya que en noviembre y diciembre no se precipitaron las lluvias en cantidades, y los cañaverales no han tenido el crecimiento esperado.
Por otro lado, el ministro indicó que se busca una integración comercial de la provincia de Jujuy mirando no solo hacia Buenos Aires, sino también con los países vecinos, como Bolivia, donde se denota un gran crecimiento económico.
Agregó que es importante esa fusión para fortalecer las economías regionales.
Bolivia aumenta envíos de gas natural al mercado argentino desde ayer en cumplimiento a la nueva adenda del contrato original, según reporte del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).
El parte diario de ese organismo autárquico, dependiente del Ministerio de Economía, menciona que se elevó de 10,1 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) el sábado 30 de abril a 14 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) el domingo primero de este mes.
Para este lunes se estima una inyección de 13,4 millones de metros cúbicos por día.
Industriales de Salta afirmaron que el aumento de las compras del gas boliviano deben estar vigentes desde ayer, tal como está pactado en el acuerdo bilateral, y que el sector toma sus previsiones en caso de que surjan problemas con el abastecimiento.
El ministro de Desarrollo Económico y Producción de la Gobernación de Jujuy, Exequiel Lello Ivacevich, dijo que más allá de la importación de gas boliviano, con la Secretaría de Energía se acordaron acciones tendientes a asegurar el abastecimiento del energético para la industria y gasoil (diesel) destinado al campo.
Bolivia y Argentina, a través de un encuentro presidencial entre Luis Arce y Alberto Fernández, acordaron la nueva adenda al contrato original que fija un envío de 14 MMm3/d de gas natural para los meses de este invierno, dando prioridad al país vecino por hasta 18 MMm3/d en total, para el periodo mayo a septiembre de este año.
Asimismo, el Estado argentino pagará un precio promedio ponderado de $us 12.18 por millón de BTU por el tramo firme del acuerdo pactado a comienzos de abril pasado.
El analista y exsecretario de Energía, Daniel Montamat, estima que Argentina abonará este año $us 1.700 millones, en comparación al 2021, por la compra del gas boliviano, tomando en cuenta el acuerdo y los nuevos precios.
“El año pasado las compras a Bolivia fueron de $us 1.050 millones”, afirmó Montamat.
Argentina importa gas boliviano para cubrir la demanda en las provincias del Noroeste que se elevan considerablemente en la época de invierno.
Un reciente informe del Banco Mundial señala que la guerra entre Rusia y Ucrania alteró los patrones mundiales de comercio, producción y consumo de productos básicos, situación que mantendrá precios históricamente elevados hasta 2024, sobre todo de la energía y alimentos básicos.
Esta situación, según especialistas, tendrá un notable impacto en los recursos que destina Bolivia a las subvenciones, sobre todo de combustibles, lo que a su vez reducirá aún más las Reservas Internacionales Netas (RIN).
Según el informe del Banco Mundial, se espera que los precios de la energía aumenten en más del 50 por ciento hasta 2024, mientras que los productos agrícolas subirán en casi 20 por ciento en 2022.
“En caso de que se prolongue la guerra o se apliquen sanciones adicionales a Rusia, los precios podrían subir aún más y mostrar más volatilidad de lo que se prevé en la actualidad”, menciona la publicación.
Al respecto, el economista Luis Fernando García dijo que el conflicto bélico tiene una incidencia mundial en la geopolítica, la logística internacional y en la elevación de precios de los combustibles y de los productos de la canasta básica.
García mencionó que, al elevarse el precio del petróleo, el Estado boliviano deberá destinar mayores recursos a la subvención de combustibles como la gasolina y el diésel, que son importados a precio internacional.
En consecuencia, el país tendrá un menor crecimiento económico porque destinará más plata de su presupuesto para subvencionar los combustibles. También alertó que el país está sujeto al pago de deudas con mayores tasas de interés.
García alertó que la subvención se paga en dólares, de modo que existe el riesgo de que las RIN se reduzcan aún más.
“Las reservas internacionales se pueden hacer humo vía gasolina, porque la gasolina está subvencionada y ahora la subvención tiene que ser mucho mayor”, dijo el analista.
El Colegio de Economistas de Santa Cruz calculó que la subvención a los combustibles puede superar los $us 1.000 MM.
El presidente del Banco Mundial, David Malpass, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y la directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, buscan acciones coordinadas urgentes para contar seguridad alimentaria.
Los funcionarios señalaron que el mundo está sacudido por crisis cada vez mayores, donde las consecuencias de la guerra en Ucrania se suman a la pandemia de covid-19 que entra en su tercer año, mientras que el cambio climático, y los conflictos, representan un daño persistente para las personas en todo el mundo.
“Los precios marcadamente más altos de los productos básicos, y la escasez de suministros, están aumentando la presión sobre los hogares en todo el mundo y empujando a millones más a la pobreza. La amenaza es mayor para los países más pobres con una gran parte del consumo de alimentos importados”, refirieron.
En el documento conjunto señalaron que las estimaciones del Banco Mundial advierten que, por cada aumento de un punto porcentual en los precios de los alimentos, diez millones de personas se ven arrojadas a la pobreza extrema en todo el mundo.
El aumento en los precios de los alimentos se ve exacerbado por un aumento dramático en el costo del gas natural, un ingrediente clave de los fertilizantes nitrogenados. “El aumento de los precios de los fertilizantes, junto con los recortes significativos en los suministros mundiales, tienen implicaciones importantes para la producción de alimentos en la mayoría de los países, incluidos los principales productores y exportadores, que dependen en gran medida de las importaciones de fertilizantes”, advirtieron.
Aseguraron que el aumento de los precios de los alimentos y las perturbaciones en la oferta, pueden alimentar las tensiones sociales en muchos de los países afectados, especialmente en aquellos que ya son frágiles o están afectados por conflictos.
“Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que apoye urgentemente a los países vulnerables a través de acciones coordinadas que van desde la provisión de suministros de alimentos de emergencia, apoyo financiero, aumento de la producción agrícola y comercio abierto”, resaltaron.
Agregaron que están comprometidos a combinar su experiencia y financiamiento, para intensificar la política y apoyo financiero para ayudar a los países y hogares vulnerables, así como para aumentar la producción agrícola nacional y el suministro a los países afectados.
“Podemos mitigar las presiones sobre la balanza de pagos y trabajar con todos los países para mantener abiertos los flujos comerciales. Además, reforzaremos aún más nuestro monitoreo de las vulnerabilidades alimentarias y estamos ampliando rápidamente nuestro asesoramiento sobre políticas multifacéticas a los países afectados guiados por las ventajas comparativas de nuestras respectivas instituciones”, concluyeron. https://www.milenio.com/negocios/banco-mundial-fmi-omc-buscan-acciones-seguridad-alimentaria
Llevaremos la carrera de Comercio Internacional al más alto nivel